Puedan actuar en tareas de prevención y promoción de la salud potenciando la integración de los planos físico, psíquico y espiritual desde un espacio de trabajo profundo de autoconocimiento y conciencia .

Tengan capacidad de realización, de escucha, de transformación y de colaboración con trabajadores de otras disciplinas en la solución de problemas comunes.

La Formación es teórica-vivencial. Realizamos un abordaje psicocorporal que integra lo terapéutico con lo creativo, desarrollando la sensibilización, la escucha, la atención, la irradiación y el silencio con actitud de exploración y aprendizaje. El encuadre es grupal, siendo el grupo un espacio creativo y curativo que se enriquece con la presencia de cada persona así como individual con atención personalizada.

El proceso de cada uno está íntimamente ligado al currículum, concebido no sólo como la adquisición de herramientas sino también como una instancia de transformación, crecimiento e integración de los planos espiritual, psíquico, energético y físico de la persona. Este es un proceso de conciencia en el que se dinamizan los aspectos mecánicos y rígidos de nuestra personalidad plasmados en el cuerpo y que determinan un modo psicofísico de estar, sentir, pensar y relacionarnos.

Las clases de movimiento:

Las clases de movimiento están presentes a lo largo de la formación como motor de autoconocimiento y conciencia, revelándonos nuestra relación con lo mental, nuestro cuerpo y el de los demás, lo espiritual y lo emocional. Los instrumentos de nuestro trabajo atienden a los diferentes cuerpos. Están destinadas a cualquier persona que quiera disfrutar más su vida, desde alguien que quiera bailar con más flexibilidad o menos dolor, hasta quien quiera fluir con sus emociones o sus pensamientos.

La atención individual:

Las tutorías individualizadas permiten acompañar y sostener los cambios vitales debido al proceso de renovación y autoconocimiento que viven los alumnos, facilitando así la elaboración e integración de sus procesos.